Por: Neilis Puñales Rodríguez. Periodista-GCI

Por el 2006, cuando la Sede Central se dedicaba exclusivamente a carreras pedagógicas, llegó a las aulas universitarias espirituanas Abraham Ignacio Morla Guerrero, quien integró el primer grupo de estudiantes extranjeros que complementarían su formación en el alma mater espirituana.

Después de resultar ser el mejor graduado de su bachillerato en República Dominicana, obtuvo una beca en Cuba para continuar sus estudios de Licenciatura en Educación, Mención en Humanidades, por una duración de 5 años.

De su etapa universitaria recuerda con ilusión su participación en las actividades convocadas por la FEU: Fórums de historia, encuentros con Clío, festivales de artistas aficionados donde obtuvo muy buenos resultados en la modalidad de danza, juegos deportivos y en todas las actividades políticas a las que fue convocado, lo que le valió para ser el alumno más integral de FEU en el año de su graduación.

Para Abraham es difícil decidir el mejor momento en su vida universitaria, pero recuerda con especial cariño su participación en el evento “Yo soy el maestro”, que se desarrollaba todos los 26 de noviembre en Limones Cantero en honor al alfabetizador  Manuel Ascunce en el lugar donde lo asesinaron.

En ese homenaje escribió y protagonizó, junto a los demás estudiantes, una obra sobre la vida de Manuel Ascunce Domenech, donde se  lograba vincular a gente de tantas partes del mundo con tantas ideologías, con un objetivo claro: ser maestros de los buenos, de los formados en Cuba, y demostrar que los principios de ese maestro vivían en ellos. 

Acerca de los principales contrastes sobre el estudio de la pedagogía en su país y en Cuba, explica que “en Cuba esta área del conocimiento se centra en el estudiante, en su mejoría, en aportarle conocimientos para su desarrollo profesional, mientras que en su natal República Dominicana se ve más desde los beneficios financieros que va a obtener el educando, no se le ponen sentimientos, no se enseña a entregar el alma”.

Después de 13 años regresa al país que lo formó, y tantas buenas experiencias le dejó, a formarse como Doctor en Ciencias de la Educación con el tema Propuesta metodológica para el desarrollo de la competencia ortográfica desde un enfoque lúdico, el que defenderá el próximo día 23 de febrero.

Señala que la preparación recibida durante la licenciatura jugó un papel primordial en esta decisión y  destaca la calidad y el apoyo brindado por sus tutores, Elena Sobrino y Ramón Luis Herrera, así como de los demás miembros del claustro que han tendido su mano y saberes sin importar fechas ni horarios.  

Las siguientes imágenes corroboran esta historia.

 

 

 

La pedagogía en Cuba enseña a entregar el alma

One thought on “La pedagogía en Cuba enseña a entregar el alma

  • 22 febrero, 2024 at 12:02 pm
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    Cuba es mi segunda patria. Siempre estaré agradecido desde el alma con todos los que me acogieron como familia y no como extranjero. ¡Los amo!

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