Por: José F. Echemendía Gallego

El nacimiento de la República Neocolonial, parto histórico prematuro, viene aparejado con el lastre del horror y la sangre de los cubanos, con el despotismo y la lujuria que salpica a toda la sociedad, pero de manera muy particular a la Universidad cubana. Estos hirientes flagelos dan paso y motivos para que el estudiantado progresista se lance a las calles en busca de legitimar sus derechos y ganar el protagonismo que no habían alcanzado antes. En esas circunstancias nace la Federación Estudiantil Universitaria (FEU), fundada el 20 de diciembre de 1922 por el joven revolucionario, Julio Antonio Mella.

Sus miembros han sido, y son fieles exponentes del pensamiento patriótico y antiimperialista que le dio origen, de tal modo que participaron en hechos como el derrocamiento de la dictadura machadista, en 1933, en los años previos al Asalto al cuartel Moncada hubo más de 35 acciones estudiantiles de la FEU en la Universidad de la Habana y durante la lucha insurreccional contra Batista, protagonizaron el histórico asalto al Palacio Presidencial y la toma de Radio Reloj, el 13 de marzo de 1957, liderados por José Antonio Echeverría al que la FEU reconoce como Presidente de Honor, símbolo de las luchas estudiantiles en Cuba.

La FEU como organización es miembro de la Organización Continental Latinoamericana y Caribeña de Estudiantes (OCLAE) y de la Unión Internacional  de Estudiantes (UIE); y ha sido también un ente muy activo en la realización de los Festivales Mundiales de la Juventud y los Estudiantes.

En sus estatutos consigna que su misión es la de representar los intereses y hacer valer los derechos del estudiantado universitario. De igual manera promueve el perfeccionamiento del nivel y el rigor docente, así como hace de la Extensión Universitaria la vía más importante para llevar a la  sociedad el deporte, la cultura y el pensamiento intelectual.

Los universitarios de hoy están convocados a ser profesionales competentes y comprometidos con su tiempo y su pueblo, patriotas y revolucionarios consecuentes, seres humanos con conocimientos, inquietudes, sensibilidad y un comportamiento elevado y culto. 

En el cumplimiento de ese primer y gran deber que es el estudio, y en la incesante batalla en el terreno ideológico, frente a un imperio que no desiste en sus pretensiones subversivas, la FEU está llamada a continuar siendo la organización dinámica, alegre y profunda que encauce los anhelos y aspiraciones de los estudiantes, y en consecuencia de todo el pueblo de Cuba.

Como Organización sus propósitos se centran en:

  • Representar al estudiantado universitario; canalizar sus inquietudes, defender sus intereses y viabilizar sus iniciativas. Garantizar el ejercicio efectivo de los derechos de sus miembros y velar por el cumplimiento de sus deberes.
  • Forjar para la sociedad nueva, el Hombre Nuevo al que aspiró el Che, en el amor a la Patria, a la Revolución y a nuestros mejores valores.
  • Reafirmar la vocación social de los universitarios a través de la actividad comunitaria, el cumplimiento de tareas de impacto social y la participación desde el estudio u otras tareas en la solución de problemas de la sociedad.
  • Fomentar la preparación académica del estudiantado a través del estudio consciente, la investigación científica y la necesidad de la superación constante.

Como en los años en que se fundó, la FEU hoy aglutina lo más puro y valioso de nuestra sociedad, en sus filas se forman y se forjan los revolucionarios indoblegables que constituyen la garantía de la continuidad del proceso social que defendemos: el socialismo.

La FEU, respuesta viril al neocoloniaje