Por: José Fermín González Curiel. DCI-UNISS

El plan de mantenimiento ejecutado en la Universidad de Sancti Spíritus “José Martí Pérez” en los últimos meses, ha traído a debate en numerosos espacios el tema de la tala de algunos árboles de larga data y que ya eran parte de la familia. Igual que las viejas teorías orientales, de manera antinómica van y vienen los fundamentos sobre la suerte de estos maderos.

De una parte, Zeida Montano, representando la administración de la entidad, explica que “dolorosamente, esos árboles de tantos años tenían raíces que levantaban el piso en el patio interior del docente 1, afectaban la instalación de abasto de agua, así como la del drenaje proveniente del techo. También levantaban los bancos del lugar y las hojas secas tupían los drenajes bajos”.

“En el caso de la parte trasera de la cocina-comedor de la Sede Central, -continúa Zeida- en días pasados se partió un pino, provocando afectaciones al muro de contención del tanque de combustible en el grupo electrógeno, se aprecian afectaciones a la base constructiva de la edificación y las hojas muertas también provocaban tupiciones en el drenaje del techo del comedor, que fue colocado recientemente”.     

De otra parte llegan muchos criterios con lógicas preocupaciones sobre las afectaciones ambientales, la usencia de sombra en el patio del docente 1 y las molestias que esto causa, así como los argumentos bioéticos para cuestionar la decisión.

No siempre las acciones que presuponen cambios agradan a todos. La administración de esta casa de altos estudios ha estado al tanto de los juicios encontrados que traería la tala, pero se trataba de dejar o quitar los viejos árboles que, entre lo bello y lo feo, daban también sombra y tupiciones, oxígeno y roturas.

Para suplir el daño a la madre natura, el área de servicios se pronuncia por plantar de inmediato tres árboles por cada uno de los derribados en áreas que no afecten la infraestructura de la institución, mientras que la sombra del patio interior del docente 1 lleva recursos con los que hoy no cuenta la universidad.

Al final, la vieja doctrina de Lao Tse nos enseña que “todo es y no es”, que todo en la vida lleva su contrario. Mientras tanto la UNISS sigue apostando por mejorar las condiciones de vida y de trabajo de toda su comunidad, por mantener una imagen visual corporativa ajustada a la belleza, por reparar lo que va perdiendo vitalidad aunque siempre las decisiones tendrán un costo en el camino hacia el logro de otros beneficios reclamados.

 

El yin y el yang de los árboles derribados

One thought on “El yin y el yang de los árboles derribados

  • 5 noviembre, 2021 at 7:15 pm
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    Considero interesante estos juicios. En lo personal considero que se ha producido una tala indiscriminada; cierto es que algunos (o todos) de esos árboles podían estar causando efectos no deseados, pero probablemente faltó escuchar propuestas e ideas de especialistas de diferentes ramas, arquitectos, agrónomos, ambientalistas, para encontrar una solución menos drástica, con el tiempo veremos efectos adversos de las acciones que hoy ejecutaron; hay una prueba que, aun por su complejidad, no debió dejarse de hacer, cuánto oxígeno deja de aportarse a este entorno con ese nivel de tala.

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