Por: José F. Echemendía Gallego. DCI-UNISS

El pasado 31 de enero se desarrollaron caravanas contra el bloqueo a Cuba en varias ciudades de Estados Unidos (Seattle, NuevaYork, Miami, Los Ángeles, Tampa, entre otras); convocadas por el proyecto Puentes de Amor, iniciativa del profesor cubano-americano Carlos Lazo, en ella participaron decenas de miles de cubanos, norteamericanos y latinos.

Estos caravanistas apoyan la petición de FIN del bloqueo a la isla caribeña, impuesto desde hace más de 60 años. El empeño de los directivos del proyecto se ha distinguido por la realización de diferentes acciones que han permitido que el objetivo central sea conocido en buena parte del territorio norteamericano.

Como puede verse en las imágenes predominan las banderas cubanas y las consignas contra el bloqueo y a favor de la mayor de Las Antillas.

Mientras tanto, la contrapartida, la caravana de Miami, siete días después, convocadas por el influencer cubano Alex Ota Ola, consiguió una notable participación de cubano-americanos que recorrieron diferentes importantes avenidas y lugares solo de la ciudad de Miami, en los autos puede verse el predominio de las banderas norteamericanas y diversas consignas anticubanas, anticomunistas, en las que se gritaba -esporádicamente- el grito de lucha de los mambises cubanos en las guerras del siglo XIX contra el colonialismo español, Viva Cuba libre!; aspiración alcanzada el 1 de enero de 1959.

También aparecieron expresiones de apoyo (extemporáneas) al ex presidente Donald Trump y a su política de asfixia al pueblo de Cuba con cuanta medida le susurraba o le gritaba Marcos Rubio y sus acólitos.

La diferencia es clara, unos abogan por un gesto de paz, humanitario, constructivo, dialogante, de amor; mientras los otros aclaman por el enfrentamiento, la violencia, la ruptura, el no entendimiento, en fin, por el quiebre y el odio; dicho sea al paso, todo lo que le conviene a la derecha anticubana, neoplatista y pronorteamericana para seguir engrosando sus cuentas y su posicionamiento político.

De acuerdo con la visión martiana, el “…egoísmo era la nota de los tiempos antiguos”, mientras que el “humanismo (el altruismo, la abnegación, el sacrificio de sí por el bien de otros, el olvido de sí) es la nota de los tiempos modernos”; y de que el mal es causado por el egoísmo, que es a su vez “consecuencia de la riqueza”.

 

Dos caravanas, dos propósitos