Hace 150 años se proclamó la Nación, nace la primera Constitución cubana en plena lucha insurreccional recogiendo las máximas aspiraciones de un pueblo que no quería seguir siendo esclavo, en ella prevaleció su amor a la Patria y el afán de lograr la independencia de Cuba al costo que fuera necesario, y sentó un precedente para el futuro.

Luego Jimaguayú pudo desempolvar los errores pasados y dejar sentadas fórmulas adecuadas para superarlos, en la Yaya se le da continuidad a la tradición constitucional y en la República se aprueban dos constituciones que intentan enmarcar a Cuba en una República “independiente”.

Sin embargo, el intento más cercano a esto fue la de 1940, en la que al decir de Dr. Armando Hart, «sus medidas más progresistas nunca se cumplieron porque los gobiernos corrompidos y entreguistas lo impedían»; sin embargo, «la lucha posterior por hacerla cumplir y respetar fue el punto de partida de un proceso que nos conduciría al socialismo».

De todo lo anterior  se nutrió la nueva Constitución socialista que nacía en 1976, en la que se evidenció que el sistema democrático en Cuba no sería un proceso estático, sino que por su carácter participativo estaría en constante transformación. Por eso, Cuba es hoy resultado del perfeccionamiento de cada Carta Magna con el paso del tiempo, y su sistema democrático es consecuencia del interés prioritario de conservar los logros y perfeccionarlos según el momento histórico.

Así este 10 de abril se dará continuidad a la historia, los cubanos  aprobaremos una nueva Constitución hija de estos tiempos, es obra del pueblo que ha participado de manera activa en su diseño y elaboración, es expresión de continuidad del legado histórico de las luchas independentistas, de la obra de la Revolución, de los principios y valores que enaltecen a la Nación cubana como: la soberanía nacional, la independencia, el antiimperialismo e internacionalismo, la solidaridad, la democracia, el humanismo, la dignidad,  la justicia social, la igualdad, el bienestar y la prosperidad individual y colectiva,  y  de reafirmación de la  esencia socialista de nuestro  sistema político, económico y social y su carácter irrevocable, se reconoce en esta nueva Ley de Leyes, la dignidad humana como el valor supremo que rige el reconocimiento y ejercicio de los demás derechos.

Este 10 de abril, será un día para que la Patria vibre, junto a sus hijos, porque se aprobará,  como dijo nuestro comandante Fidel Castro « una Constitución socialista, en correspondencia con las (…) convicciones ideológicas y las aspiraciones de nuestro pueblo. Una Constitución que refleje las leyes generales de la sociedad que construimos, las profundas transformaciones económicas, sociales y políticas operadas por la Revolución y los logros históricos conquistados por nuestro pueblo. Una Constitución, en fin, que consolide lo que somos hoy y que ayude a alcanzar lo que queremos ser mañana».

Otro 10 de abril por Cuba