Por: Dr. Eduardo Veloso Pérez.
Profesor Titular de la Facultad de Humanidades de la UNISS.

La pandemia de la Covid-19 me sorprende profesionalmente enrolado en la expedientación de la propuesta del programa de Doctorado en Ciencias Sociales que prepara la Facultad de Humanidades de la Universidad de Sancti Spiritus José Martí Pérez donde me desempeño como Profesor a tiempo parcial. Trabajando desde casa, una de las tareas que asumo es la elaboración del proyecto de investigación e intervención sociopsicológica sobre los determinantes psicosociales del proceso salud-enfermedad; en estos momentos contextualizándolo a la contingencia epidemiológica que afronta nuestro país.
En la revisión bibliográfica realizada para fundamentar este proyecto de investigación se enfatiza que el proceso salud enfermedad depende de múltiples y complejas condiciones y no se rige por las leyes conocidas de las ciencias naturales solamente; sino que, abarca también influencias psicológicas, socioeconómicas y ambientales. Estas influencias son consideradas Determinantes Sociales de Salud.
El conjunto de factores que constituyen los determinantes de la salud actúa de manera combinada sobre el individuo. Una de las premisas básicas que determina la salud son precisamente los hábitos personales de salud, la autorresponsabilidad, el conocimiento, las intenciones, los comportamientos y los estilos de vida de las personas (habilidades para la vida); las aptitudes y actitudes de adaptación para enfrentar la vida de manera saludable
Diversos modelos explicativos se han aportado en el campo del estudio de los determinantes psicosociales del proceso Salud-Enfermedad. Unos han alcanzado mayor influencia que otros; pero todos reconocen la existencia de: determinantes biogenéticos, del medio ambiente natural y determinantes sociales donde se consideran entre otros aspectos; las características personales, comportamientos individuales y determinantes de la organización de los servicios de salud.
Mi intención no es polemizar a través de análisis críticos de estos diferentes modelos, si no tomarlos como referentes y llamar la atención de la necesidad de abordar el proceso salud enfermedad de manera integral y al aplicarlo a la pandemia que azota la humanidad en estos días preguntarnos:
¿Por qué se expande?, ¿Cuáles deben ser los comportamientos esperados y por qué en ocasiones no son estos los asumidos por las personas?, ¿Qué nivel de determinación en la propagación de la pandemia pudiesen tener factores como la percepción de riesgo, responsabilidad ciudadana, adherencia a las medidas establecidas, determinantes culturales, entre otros de carácter sociopsicológico?
En las posibles respuestas queda claro que la percepción de riesgo que se tiene no es la adecuada a pesar de las diversas informaciones y medidas que se toman para detenerla, que la población asume actitudes poco responsables, y nos corresponde a los psicólogos preguntarnos ¿por qué estos comportamientos?. Nada colegas, tenemos muchas interrogantes por delante que deben ser respondidas por nuestra ciencia. No queda otra que investigar con seriedad, lograr una reestructuración cognitiva de las personas que les permita tener una adecuada percepción de riesgo y por tanto asumir actitudes responsables tanto a nivel individual como familiar y social, así como otras variables psicosociales intervinientes, proponer estrategias de afrontamiento para prevenir y/o paliar la sintomatología que pueda desarrollarse y la repercusión que en el personal de la salud y de apoyo implicados directamente en la atención de estos pacientes que propicien estrategias de atención psicológica a los mismos.
No puedo terminar mi reflexión sin un agradecimiento al gobierno de nuestro país, por la pronta, seria y responsable actitud asumida en el control de la pandemia y a todos los que de una manera u otra están en la primera línea de combate, quedando demostrado que si podremos vencer con las mínimas secuelas esta difícil situación sanitaria.
Exhorto al pueblo a permanecer tranquilos y atentos, pues los tiempos son de serenidad para tomar las mejores decisiones y a mis colegas del gremio que trabajen sin descanso en el manteniendo del bienestar personal de nuestros compatriotas

La Covid-19 y los determinantes psicosociales de su propagación, un desafío para la ciencia psicológica