Sus dedos se mueven ávidos sobre un teclado que centellea bajo el imperio de la mente. Sus ojos fijos evidencian una concentración sobrehumana. Así transcurren las horas de una jornada laboral que ya no conoce límites, ni excusas. Esta es la vida en tiempos de coronavirus que ha decidido seguir Carlos Rafael Sebrango Rodríguez, profesor de la Universidad “José Martí Pérez” de Sancti Spíritus.
Bromeo con él y le digo que últimamente los periodistas lo “asedian” desde que se conoció su participación, junto a otros prestigiosos investigadores del país, en la modelación matemática del pico de la enfermedad.
Mira con recelo mi grabadora, y visiblemente nervioso se decide a hablar: “me orientaron desde La Habana que estos modelos, con los cuales yo había trabajado desde mi tesis doctoral, los aplicara a los datos nacionales de casos confirmados. Entonces eso es lo que hago; diariamente recibo el parte, actualizo la información y comienzo a “correr” mis modelos. Son modelos fenomenológicos, simples y no utilizan muchas variables, solo la información de los casos acumulados. Entonces hago el pronóstico a corto y mediano plazo.”
Pero no se deje engañar estimado lector, esos análisis y algoritmos no son tan simples como el Doctor en Ciencias Matemáticas nos los dibuja: “hay otro modelo que me ha dado mucho resultado en lo particular. El mismo tiene en cuenta todas las provincias y modela la curva de casos acumulados al unísono en el país. También trabajo con gráficos para ayudar a predecir el número promedio de contactos que puede generar un paciente positivo a la COVID-19”.
Ahora es Carlitos (como le llaman sus amigos), quien bromea conmigo: “Si los números fueran un mar, yo sería el pez más feliz del mundo; de hecho me siento muy cómodo porque este trabajo guarda una estrecha relación con mi tesis doctoral y lo principal es que me siento útil”.
De sopetón la pregunta: ¿es cierto que el pico de la enfermedad se calcula, según estos modelos para la próxima semana?
“Primero recuerda que yo trabajo con los casos confirmados, y los modelos que Cubadebate ha mostrado se centran en los casos activos, pero sí, de acuerdo a ellos, el pico se alcanzaría la próxima semana”.
Pero Carlos Rafael Sebrango Rodríguez es un ser humano como usted y como yo, por eso me confiesa: “vivo con mi madre, y también tengo que salir, hacer colas y comprar los alimentos de la casa; pero siempre se pueden hacer ambas cosas”.
Una vez más lo veo sonreír, ahora me cuenta que varios periodistas lo han contactado ya. Entonces… ¿se le subió al Doctor en Ciencias la fama a la cabeza?
Su risa en respuesta a mi pregunta es tan alta que distorsiona la grabación, luego agrega: “Que va, solo hago mi trabajo y me enorgullece la cantidad de felicitaciones que he recibido. Pero, déjalo bien claro, soy un trabajador normal que solo aporta su granito de arena en esta lucha.”