Entre los deberes primeros de toda institución universitaria como la nuestra se encuentra velar, de manera directa o indirecta, por el bienestar de la infancia. Los niños son la esperanza del mundo, a decir de nuestro Apóstol José Martí y también lo son en el caso de nuestra partia chica o patria local.
El más importante aporte que la Universidad de Sancti Spíritus hace para el presente y el futuro de los niños es la preparación de sus educadores, maestros y profesores. En nuestras aulas se forman los prefesionales que luego cuidarán de la educación y el aprendizaje de nuestros pequeños durante casi toda su vida, desde la edad prescolar hasta los estudios de postgrados que un día harán como hombres y mujeres de nuestra sociadad.
En el resto de las carreras y cursos de popstgrados se forman los especialistas que contribuirán al progreso de la provincia y, por tanto, a la satisfacción de las necesidades materiales y espirituales de niños y niñas.
La actividad extensionista ha mantenido una amplia proyección hacia la niñez. Galas culturales, visitas a centros educacionales, actividades deportivas en los barrios y comunidades, las acciones de los Gabinetes Logopédico y Psicopedagógico, así como otras tareas de impacto que desarrollan nuetros estudiantes y trabajadores en función de la higiene ambiental en las zonas de residencia, apoyo a la agricultura para la producción de alimentos, la educación familiar, la atención a los hogares necesitadas, entre otras.
Somos Universidad para la sociedad, mirando más allá de nuetros muros. En esa mirada los niños y las niñas son parte importante de nuestras razones.

La infancia como razón de la Universidad espirituana