Como parte de la participación de la UNISS en este festival online dedicado al Día Mundial del Medioambiente, hoy publicamos los textos poéticos de Lester Javier Figueredo Denis, estudiante de 5. Año de la carrera Ingeniería Informática.

1.- Título: Dime

Dime si acaso

no amas el tímido invierno

que conocemos.

Dime si no suspiras anhelante

con el ocaso naranja.

Dime si las flores

no adornan el camino a tu casa,

a tu escuela, a tus días;

dime si no estás prendada de tantos colores,

tantos aromas, tantos pétalos.

 

Dime si no te bañan

las sombras de los follajes

cuando sales a caminar.

Dime si las magistrales interpretaciones

de los pajarillos no te hacen sonreírle

a ese momento de la mañana que tanto te gusta.

Dime si el pasto del campo,

y la arena de la playa

no acarician tus pies.

Dime si no te fascina la vida misma

al vislumbrar el horizonte.

Dime entonces

que no quieres que el mundo en el que naciste

sea destruido por la gris negligencia.

Anda, ve y dile a la vida

que la amas justo como es.

2.- Título: ¿Qué tiene la lluvia?

¿Qué tiene la lluvia,

que me hace contemplarla tanto?

¿Será su aura sanadora,

su espíritu tranquilizador?

¿Su estela libre de ácidas decepciones, acaso?

O tal vez, ¿el silencio que provoca

esa estampida de gotas que caen?

¿Por qué cuando la observo,

imagino que tú también la observas?

No sé, siento que todo vuelve a sanar,

por enormes que sean las brechas.

No entiendo por qué nos resguardamos,

si ansiamos que nos cubra,

y nos abrace, y nos bese, y llore con nosotros.

Tú la observas también, ¿verdad?

Seguro te lo preguntas al igual que yo

¿Qué tiene la lluvia?

3.- Título: Triste realidad

El pequeño pingüino

le pregunta a su mamá, cabizbajo,

por qué su iceberg de juegos

es más pequeño cada año.

La alta Euterpe precatoria

ha visto cómo derriban

a muchos de sus amigos;

le angustia pensar en cuándo será su turno.

 

La abuela tortuga explota en agonía.

Rompe el corazón solo de verla.

El patriarca, su compañero de vida,

murió al comerse una medusa de plástico.

La costa le pregunta al huracán

por qué la azota más fuerte cada año.

Este no contesta, sigue con su golpiza,

ignorando los quejidos de dolor.

 

El viento llega a la ciudad

y en su paso se entristece,

pues ya no ve un solo basurero,

ve miles.

La capa sufre en su esfuerzo

por no desmembrarse.

La pobre está desesperada;

teme no tener ozono suficiente.

 

Sola en el universo,

la madre se quedó sin lágrimas.

Mientras tanto, sus hijos,

siguen destruyéndola desde las entrañas.

Ecos del Festival Universitario en línea: ¡Mi arte, mi eco por la vida!