El mundo tal como lo conocemos hoy no sería posible sin el liderazgo femenino. A lo largo de la historia, ha habido una enorme cantidad de mujeres que con su voz, su determinación y su constancia, han conseguido dar pasos adelante y han impulsado cambios significativos gracias a sus dotes de liderazgo.

Hoy, en un clima mucho más respetuoso con las mujeres, estamos viendo cómo ganan repercusión y visibilidad esas líderes que el mundo necesita, y nuestra universidad no queda exenta de este liderazgo femenino; muestra de ello es la decana de la Facultad de Ciencias Técnicas y Económicas, la M. Sc. Damaris Taydi Castillo Jiménez.

Para ella, ser mujer dirigente es todo un reto debido a las carencias actuales, además de tener obligaciones dentro de su núcleo familiar. Dirigir en el escenario actual implica mucha responsabilidad y conlleva un alto grado de motivación para que los profesionales de las ciencias técnicas con los que contamos en la facultad, se mantengan a nuestro lado a pesar de las ventajas que ofrecen el sector empresarial y privado.

Damaris señala que se enfrenta actualmente a uno de sus mayores retos profesionales: su formación doctoral en gestión organizacional, la principal meta para cumplirla en 2025; pero desde que nació su hijo tiene su reto personal más grande, que es el de contribuir a su educación y formación.

Más allá de ser una mujer líder, cumple con el rol de madre y ama de casa y deja entrever que es complicado combinar todo, pero que se puede lograr con el apoyo de la familia aunque siempre va a resultar complejo porque hay que saber darle prioridad a las cosas para poder cumplir con todo lo planificado.

A las mujeres quiere decirles que aprovechen las posibilidades que brinda la inclusión hoy en Cuba, en función del empoderamiento y  lograr todo lo que se propongan porque son realmente fuertes y capaces de cumplir, con mucho sacrificio y empeño, todas las metas personales y profesionales.

Dirigir es sinónimo de motivar