Hoy es 8 de marzo, fecha institucionalizada por Naciones Unidas en el año 1975, como el Día Internacional de la Mujer. El propósito de la organización internacional es el de conmemorar la lucha de la mujer por su participación dentro de la sociedad, en pie de emancipación, y en su desarrollo íntegro como persona, de ahí que actualmente se maneje una definición que cada día cobra más fuerza: el empoderamiento femenino.
En Cuba se alcanzan notables resultados, aunque muchos desconozcan el origen y los principios del empoderamiento femenino, en tanto las mujeres dirigen organizaciones políticas, gubernamentales, sociales y estudiantiles; empresas y entidades; escuelas, fábricas, talleres, cooperativas, etc. En nuestro país se dignifica su impronta social, científica, económica y familiar, y se alcanzan metas por las que se lucha en otras partes del mundo, como la igualdad de remuneración, la igualdad de oportunidades para el avance profesional, la licencia parental remunerada y la tolerancia cero al acoso sexual en el lugar de trabajo.
La UNISS es un ejemplo del empoderamiento femenino en Cuba porque desde los distintos escenarios de su estructura organizativa, está presente la mujer en la toma de decisiones y en la dirección de tareas claves: tres de las cuatro organizaciones institucionales están dirigidas por féminas: el Partido, la UJC y la FEU; como casa de altos estudios cuenta hoy con una rectora, candidata a diputada a la Asamblea Nacional del Poder Popular, dos vicerrectoras, una directora general, cinco decanas (una en cada facultad) y un notable grupo de compañeras que atienden vicedecanatos, departamentos docentes y administrativos, secretarías docentes, direcciones de residencias, cátedras honoríficas, centros de estudio y otras esferas del quehacer universitario.
El empoderamiento femenino es un concepto que se remonta a la IV Conferencia Mundial sobre la Mujer en Beijing (Pekín, 1995) y se refiere al “aumento de la participación de las mujeres en los procesos de toma de decisiones y acceso al poder” con el objetivo de avanzar en la equidad entre géneros; de ahí que se relacione con los ejes de derechos humanos, salud sexual y reproductiva, y educación, considerados fundamentales para el avance y el aumento de la participación de las mujeres a todos los niveles en la sociedad.
Según palabras de Sanda Ojiambo, líder empresarial keniana y directora ejecutiva del Pacto Mundial de Naciones Unidas, “la evidencia es clara: cuando las mujeres están empoderadas, todos se benefician.”
Y es que, empoderar a las mujeres en la vida económica y en todos los sectores, es central para:
- Construir economías fuertes.
- Establecer sociedades más justas y estables.
- Alcanzar objetivos acordados internacionalmente sobre desarrollo, sostenibilidad y derechos humanos.
- Mejorar la calidad de vida de las mujeres, hombres, familias y comunidades.
- Impulsar las operaciones y metas empresariales.
Conscientes de ello, en 2010 el Pacto Mundial de Naciones Unidas, en alianza con ONU Mujeres, elaboraron un marco de siete principios para impulsar a los grupos de interés a promover la igualdad de género en el lugar de trabajo, el mercado y la comunidad.
Los Principios para el Empoderamiento de las Mujeres, también denominados WEPs por sus siglas en inglés, sirven como hoja de ruta para fomentar prácticas que empoderen a las mujeres, a saber:
- Promover la igualdad de género desde la alta dirección
- Tratar a todos los hombres y mujeres de forma equitativa en el trabajo – respetar y defender los derechos humanos y la no discriminación
- Velar por la salud, la seguridad y el bienestar de todos los trabajadores y las trabajadoras
- Promover la educación, la capacitación y el desarrollo profesional de las mujeres
- Implementar prácticas de desarrollo empresarial, cadena de suministro y mercadotecnia a favor del empoderamiento de las mujeres
- Promover la igualdad mediante iniciativas comunitarias y liderando con el ejemplo
- Evaluar y difundir los avances realizados a favor de la igualdad de género
¡FELICIDADES, MUJERES!