Hoy es un día amargo, triste, y su acritud lacera profundamente los sentimientos al recordar que, hace siete años, en el parque Serafín Sánchez y en las calles espirituanas, se le diera el postrer adiós al líder histórico de la Revolución Cubana convertido, desde antes de 1959, en símbolo de rebeldía, de humanismo, de consagración y de luchador por las causas justas.

Su eterna presencia lo devuelve, más invicto que nunca, cuando comienza un mes que lo glorifica en la historia de esta parte de Cuba: diciembre, porque diciembre recoge un caudal de hechos memorables vinculados a la liberación, por el Ejército Rebelde, de los pueblos que constituyen la provincia de Sancti Spíritus.

En diciembre se le recuerda vestido de verde olivo, en la Plaza de la Revolución capitalina, presenciando el desfile militar de cada día 2, para rememorar el desembarco del Granma y la creación de las Fuerzas Armadas Revolucionarias ¿Por qué no suponerlo en cualesquier institución médica del país para felicitar y agradecer la labor de los trabajadores de la salud, esencialmente a los médicos, por el Día de la Medicina Latinoamericana? También estaría el día 5 junto a los trabajadores de la construcción para reconocerlos en correspondencia con las obras salidas de sus manos y destinadas al crecimiento social y económico del país.

Su frase “La cultura es escudo y espada de la nación” se revitaliza, cada 14 de diciembre, ante la celebración de los hacedores del conjunto de bienes materiales y espirituales que simbolizan las raíces y la identidad de una nación inquebrantable.

El Día del Educador es otra fecha decembrina en la que Fidel siempre estará presente porque sus palabras marcaron pautas significativas para el quehacer desde las aulas, los laboratorios y los talleres de cualesquier institución escolar: “La educación es el arma más poderosa que tiene el hombre para crear una ética, para crear una conciencia, para crear un sentido del deber, un sentido de la organización, de la disciplina, de la responsabilidad”.

Hoy, los versos de Raúl Torres en su canción «Cabalgando con Fidel» recuerdan, a siete años de la partida física del Comandante en Jefe, que:

Vuelven las heridas que no sanan
en los hombres y mujeres que no te dejaremos ir.
Hoy el corazón nos late afuera
y tu pueblo, aunque le duela, no te quiere despedir.

Imágenes de la presencia de la UNISS en el homenaje póstumo a Fidel el 1. de diciembre de 2016.

 

 

Fidel, siempre presente