El pensamiento martiano trasciende su tiempo y se atempera, como norma de actualidad, a las disímiles circunstancias en que se desenvuelve la vida en pleno siglo XXI.

 “… preparar al hombre para la vida” es una de las consideraciones más certeras del Maestro en cuanto a educar se refiere, porque tiene implícita la labor del docente y la de la familia en la formación de discípulos y descendientes; pero cuando expresa que “En la escuela se ha de aprender el manejo de las fuerzas con que en la vida se ha de luchar”, declara tácitamente qué papel y lugar tiene dicha institución educativa.

Es por ello que el sistema educacional cubano pone en práctica un diseño de tareas y actividades que contribuyen, desde las edades más tempranas, a fomentar el amor al trabajo y a desarrollar la responsabilidad como metas imprescindibles para alcanzar tales retos.

La universidad que dignifica con su nombre y con su quehacer el pensamiento martiano, es hoy un ejemplo fehaciente de la sólida preparación con que egresan los profesionales que se forman en sus predios, y del trabajo comunitario que consolida el vínculo universidad-sociedad como premisa insoslayable de la educación superior cubana.

Hoy, Día del Educador en Cuba, no puede faltar la referencia martiana  a las universidades cuando expresó: «Como quien se quita un manto y se pone otro, es necesario poner de lado la Universidad antigua, y alzar la nueva» porque «A nuevas ciencias que todo lo invaden, reforman y minan, nuevas cátedras».

¡FELICIDADES EDUCADORES!

Una felicitación desde el pensamiento martiano